TESTIMONIOS DE VIDA: Vitalio el justo

No contamos con imagen de San Vitalio y la única 
información que poseemos es la que transmitieron
algunas prostitutas del siglo VII en Alejandría.


Vitalio (siglo VII) vivió en un monasterio de Egipto hasta cumplir 60 años, luego se trasladó a Alejandría donde desarrolló un trabajo que lo expuso a muchas acusaciones: contar las prostitutas profesionales que ejercían en la ciudad. Era un trabajo gubernamental por el que percibía 10 unidades monetarias diarias. Al finalizar la jornada con una unidad comía y las 9 restantes las distribuía entre las prostitutas diciendo a cada una de las benefactoras:  “toma esto y guárdate a ti misma pura por esta noche”. Nadie sabía de ello pues con juramento les prohibía contarlo. Su vida y testimonio hizo que muchas de las prostitutas con las que se solidarizó se casaran y formaran familia y otras ingresaran a la vida monástica.
Vitalio murió en su celda estando en oración. Por algunos acontecimientos la gente recurrió a su celda monástica y lo encontraron ya muerto y cerca de él estaba escrito en la tierra: “oh Alejandrinos, no juzguen a nadie antes de tiempo, hasta la venida del Señor.” La noticia se difundió por todos lados y las mujeres que habían abandonado el trabajo sexual por medio de la solidaridad de Vitalio, fueron con velas y mirra hacia su celda para embalsamar su cuerpo, y dieron testimonio de todo lo que el monje Vitalio hacía por ellas.

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