Testimonios de vida: Marcella Althaus-Reid



Pbro. Hugo Córdova Quero

Marcella Althaus-Reid nació en Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina, el 11 de mayo de 1952. Si bien creció en la tradición Católica Romana, en su adolescencia conoció la Iglesia Evangélica Metodista Argentina. Inspirada por esa tradición, cursó estudios de teología en el Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDET) en Buenos Aires, Argentina. Luego realizó su doctorado en la Universidad de San Andrés en Fife, Escocia.

Su fallecimiento el 20 de febrero de 2009 en Edinburgo, Escocia, dejó un vacío profundo tanto en su familia como en quienes la conocíamos y en el mundo académico, donde su voz profética emergió como un ícono de las teologías queer.

Prolífica escritora, docente y conferencista, Marcella publicó dos libros de su autoría, editó ocho colecciones en donde le dio la oportunidad a nuevas y nuevos pensadores para dar a conocer su producción académica, y publicó más de cincuenta artículos y capítulos en revistas académicas y libros. Sin embargo, a pesar de su incansable dedicación académica, Marcella siempre tuvo tiempo para nutrir su espiritualidad y cultivar sus amistades. Tuve el privilegio de conocer su obra cuando cursaba mi maestría en el Graduate Theological Union en Berkeley, California. Luego de nuestros primeros contactos, rápidamente nos hicimos amigos y siempre me sorprendí que en medio de su atareada vida académica, ella dedicara espacio importante para cultivar nuestra amistad. Fue ella quien me invitó a publicar mi primer artículo en una revista académica. Cuando el artículo fue publicado y le escribí para agradecer todo su apoyo, ella me contestó:

Hugo, cuando yo estudiaba teología, por ser mujer y por pensar de manera diferente, mucha gente no logró comprenderme. Fue difícil. Me costó mucho progresar en mi carrera. Yo creo en tu trabajo, por eso lo apoyo. Cuando vos seas conocido, prométeme que harás lo posible para solidarizarte con otros que también estén como nosotros en la lucha.Solo así construiremos comunidad, solo así haremos liberación.

En esas palabras comprendí que Marcella no escribía desde su confortable silla de escritorio sino que “vivía su predicación”, que ella misma encarnaba cada una de sus palabras. Su vida siempre fue una constante lucha en medio de la cual nunca perdió la frescura de saber lo que es estar vivo y de que siempre hay posibilidad de que las cosas cambien para bien. Aunque en Argentina no encontró su espacio bien dicen las Escrituras que nadie es profeta en su tierra (Mt 13.57), ella nunca dejó de lado sus raíces ni su alegría. Para quienes tuvimos el privilegio de conocerla, de una u otra manera, ese sentido de que la vida vale la pena ser vividapero que para vivirla hay que luchar mucho— era una marca distintiva de su vida, fe, espiritualidad y obra, además de un aliciente en nuestra amistad.

Aunque Marcella era mi querida amiga, fue mi directora de tesis doctoral en el Graduate Theological Union, aunque falleció un mes antes de la defensa de mi tesis. Han pasado nueve años desde que ella no está más con nosotrxs y realmente la extraño. Echo de menos nuestras conversaciones, con esa mezcla de filosofía y risas, de profundidad intelectual y de sensibilidad ante las situaciones más humanas de la vida cotidiana. Siempre tuvo una palabra de consuelo para guiarme en mi formación académica. A veces cuando suena el teléfono, tengo la esperanza, la ilusión de que fuese ella. Espero que, en el más allá, nos volvamos a ver para hablar, reirnos y contarnos nuestras historias.

En su vida y obra, Marcella nos invita a querificar y encarnar una espiritualidad que no se sorprenda de encontrar a Dios en la reflexión teológica de nuestras situaciones cotidianas, de nuestras alegrías y de nuestras historias sexuales que si bien son imperfectasrevelan nuestra humanidad completa, y que si bien son indecentestambién son sumamente místicas y parte de lo que Dios nos ha otorgado como don. La propuesta de una espiritualidad sexualmente encarnada a la que nos invita Marcella desde su obra y su vida nos seduce a abrazar nuestra propia liberación.


Hugo Córdova Quero, doctor en Estudios Interdisciplinarios en Religión, Etnicidad y Migración por el Graduate Theological Union en Berkeley, California, EE.UU. (2009), Magister en Teología Sistemática, Teoría Queer y Estudios Postcoloniales por el Graduate Theological Union (2003) y en Divinidad por la Universidad ISEDET en Buenos Aires (1998). Actualmente es profesor adjunto en el Starr King School for the Ministry (SKSM), en el Graduate Theological Union.

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